BLENDED LEARNING: UNA ALTERNATIVA PARA EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO Y SIGNIFICATIVO EN LA EDUCACIÓN VIRTUAL
Fuente: www.google.con
El siguiente texto corresponde a la conferencia presentada el 8 de diciembre de 2016 en el 4o. Simposium: “La Educación Virtual: Hacia un Aprendizaje Autodirigido”, organizado por el Espacio Común de la Educación Superior Tecnológica – ECEST-Puebla del Instituto Tecnológico de Teizutlán. Puebla (México).
Es en parte del resultado de trabajo realizado por el grupo de Investigación en Educación de la Vicerrectoria de Universidad
Abierta y a Distancia de la Universidad Santo Tomás (VUAD) y que ha contó con
mi participación desde la rectoría de la
Universitaria Virtual Internacional.
La
investigación denominada “Un Modelo blended-learning para Educación a Distancia y Virtual " tiene como objetivo
principal: Plantear un modelo de educación blended
estas dos modalidades. Sin embargo,
dentro del proceso de este proyecto se han develado algunos factores relevantes
relacionados con la didáctica en este modelo combinado o b-learning..
Aprendizaje virtual: autónomo y significativo.
Los
procesos de enseñanza en modelos de educación virtual, en sus
diferentes metodologías e-learning, m-learning, p-learning, u-learnig,
t-pack entre otros, sin lugar a dudas nos plantean nuevos desafíos para su
abordaje e implementación, especialmente en lo didáctico y metodológico, que requieren de un replantamiento
estructural del aprendizaje, permitir innovadoras alternativas de formación,
actualización de mallas curriculares y cambios en las prácticas docentes,
pero que, finalmente, apuntan a un aprendizaje más autónomo por parte del
estudiante y la posibilidad de enfocarse en adquirir y desarrollar
conocimientos que le resulten interesantes, útiles, les encuentre sentido y los
“conecte” o relaciones con sus experiencias o aquello que ya conoce o sabe.
En primera
instancia, es importante destacar la evidente
relación que el internet ha creado entre la personas y el conocimiento a través
de la tecnología; la creación, difusión y socialización de este, gracias a la
posibilidad de comunicación, interacción e intercambio inmediatos sin importar el
lugar del mundo en que las persona se encuentren, lo que ha desarrollado nuevas
formas de aprendizaje adaptadas, como se ha dicho en repetidas ocasiones, al
estilo cognitivo, la estructura mental, los procesos de pensamiento y el ritmo
individual de cada estudiante.
Este nuevo tipo de relación ha
provocado que los modelos educativos hayan evolucionado de manera significativa
para adaptarse a nuevos esquemas donde el docente ha dejado de ser el centro
del conocimiento, de tener el privilegio
de acceso a las fuentes de información y ser el protagonista del proceso de
formación, para convertirse en mediador, orientador y acompañante del estudiante, centrado la atención en el aprendizaje y no
en la enseñanza, convirtiendo al alumno en un agente activo que decide sobre el
qué, cómo, cuándo y dónde aprende. Esto
es aprendizaje autónomo.
Por otro lado, el gran auge de
la educación virtual ha permitido la creación de gran número de cursos en
línea, MOOCS, Objetos Virtuales de Aprendizaje, contenidos digitales, etc. que
le permiten al estudiante contar con variadas alternativas para abordar el aprendizaje,
otra manera de ver el mundo, un mayor nivel de comprensión de conocimientos y lo que es más importante una
interacción social y un proceso en red a través de múltiples canales que desarrollan
un trabajo colaborativo, permiten que el conocimiento adquirido trascienda la
persona y se convierta en un proceso social que busca soluciones propias del
entorno, garantiza su pertinencia y
supone el reconocimiento de los aprendizajes y la experiencias previas del
estudiante y los recursos e información de su contexto lo que lo hace
significativo
Desde esta perspectiva la
educación virtual ofrece múltiples ventajas como:
· Aprendizaje
activo, a través de la optimización de diversas
formas de enseñanza y de aprendizaje.
· Aprendizaje
autónomo. El papel protagónico del estudiante con
mayor autonomía cognitiva y la disposición de ambientes y construcción de
escenarios para desarrollar su capacidad de autogestión en el proceso formativo.
· Interacción.
Múltiples formas y canales para la comunicar y compartir el aprendizaje;
socializar, difundir y co-crear conocimiento.
· Innovación.
Nuevos métodos de docencia (entendida como la relación dialógica que existe
entre docentes y estudiantes),
propuestas didácticas alternativas, creación de novedosos materiales y recursos
para la enseñanza; así como el uso de medios y mediaciones, y el desarrollo de
nuevas propuestas de aprendizaje.
· Nuevas
competencias. Los nuevos
roles tanto en el estudiante como en el
docente se ven favorecidos por el desarrollo de nuevas aptitudes, habilidades y
destrezas.
· Cobertura
y acceso. Mayor cobertura y accesibilidad a población
limitada por factores de movilidad, tiempo, espacio físico; eliminar los
obstáculos de ingreso a la educación en regiones apartadas de los centros
urbanos y a personas de escasos recursos
económicos.
· Conectivismo.
Un aprendizaje social y colectivo más amplio, diverso e incluyente que depende
de las conexiones, nodos y redes que son posibles gracias a la incorporación y
avance de la tecnología en las prácticas pedagógicas.
· Mayor
flexibilidad en lo curricular y en procesos
investigativos.
· TIC.
Incorporación de múltiples y diversas tecnologías de la información y la
comunicación al proceso formativo.
· Estimula a la creatividad y el emprendimiento (empresarial, social y personal).
· Potencia los diferentes estilos de aprendizaje y el desarrollo
de las inteligencias múltiples.
· Promueve el Trabajo colaborativo y en red, estimulando
el intercambio inmediato y la profundización de información, saberes y
conocimiento.
· Desarrolla el pensamiento analítico y crítico y capacidad de toma de decisiones y la resolución
de problemas.
No obstante este “todo
incluido” y el auge de la educación virtual o e-learning,
definida por Mark Jeffrey Rosenberg (2001) como “el uso de tecnologías basadas
en Internet para proporcionar un amplio abanico de posibilidades y soluciones
que armonicen la adquisición del conocimiento y habilidades o capacidades” ha
traído consigo, como ya lo mencioné, la
creación y oferta de múltiples cursos, MOOCS, contenidos digitales, etc. en Internet,
que llevaron en ocasiones a la brecha o separación con las clases
magistrales/presenciales, puesto que se presentaron como dos fórmulas opuestas
de docencia.
Dolores Alemany, (2007) expone incluso, en su documento “Blended Learning: Modelo virtual- presencial de aprendizaje y su aplicación en entornos educativos”, lo que se conoció en su momento como el “fracaso del e-learning”. De esta problematización se identifican varios factores o causas, como son:
·
La
mayoría de nuestros estudiantes presentan
debilidades de competencias básicas en procesos lecto-escritores, habilidades
de pensamiento numérico y razonamiento lógico.
·
Carencia de un estilo cognitivo definido, ausencia
de procesos de autorregulación y muy débiles competencias de autonomía, elementos
esenciales en este proceso de formación.
·
Los
diseños de e-learning tienden a dejar de lado aspectos que actúan poderosamente
en el proceso de aprendizaje, como el aspecto emocional. Aún cuando se emplean
herramientas de comunicación e interacción, se nota cierta ausencia del
contacto humano.
·
Falta
de formación del profesorado para interactuar con este nuevo espacio y así
intervenir de manera pertinente en las didácticas de este nuevo medio.
·
Disminución
de la calidad en la oferta educativa, por cuanto los desarrollos en el entorno
del e-learning han sido pensados
sobre todo en las necesidades de las instituciones y no de los usuarios.
En concordancia con esto, un informe de Virtual
Educa, reseñado por la revista Semana Educación en su edición de octubre de
2016 (pag. 37), señala que “un aprendizaje combinado, en el que los alumnos
combinan la modalidad virtual con la presencial, puede ser especialmente
eficaz…”, adicionalmente afirma que: “los nuevos modelos de educación superior
a distancia que prevalecerán en las próximas décadas estarán basados en las
nuevas tecnologías que combinan el conocimiento con las telecomunicaciones”.
De acuerdo con lo anterior, surge entonces el b-learning, como una recuperación de los
aspectos no tomados de la presencialidad en su momento por el e-learning y rescata el uso
racionalizado de los recursos y medio tecnológicos. Se plantea también como una
solución al rechazo (por temor o por desconfianza)
que algunas personas presentan a la educación virtual.
El
Blended lerning una alternativa para el aprendizaje autónomo y signficativo.
En sus
inicios, el Blended Learning irrumpe
como una formación alternativa, de carácter mixto o híbrido, que mezcla o
combina técnicas del E-learning (la distribución on-line de materiales a través
de páginas web, foros de discusión y/o correo electrónico) con los métodos
tradicionales de enseñanza (conferencias, discusiones en persona, seminarios o
tutorías) Graham (2006).
Estos “métodos
tradicionales” se refieren a los orígenes y evolución de modelos educativos
semipresenciales y a distancia que van, como lo describe Barberá (2001) citado por Llorente (2010) , desde
el proceso industrializado propuesto por Otto Peters, hasta el proceso
dialógico planteado por Börge Holmberg,
pasando por el proceso independiente de estudio (Charles Wedemeyer) y el
autónomo de (Michael Moore); en los cuales, tanto en su aproximación teórica
como en su objeto de estudio y sus limitaciones.
De la misma manera, se pueden identificar los niveles o generaciones que ayudan a comprender el b-learning:
De la misma manera, se pueden identificar los niveles o generaciones que ayudan a comprender el b-learning:
-
Nivel I (1880). Caracterizado por material
educativo impreso, audio y video en cassette y transmisión radial. No había
interacción sincrónica entre estudiante-profesor, la comunicación era unidireccional
y la retroalimentación con grandes intervalos de tiempo. El aprendizaje era pasivo.
-
Nivel II (1960-1990). Enseñanza basada en
computador, CD, correo electrónico, etc.,
caracterizada por una interacción sincrónica ubicua, en doble vía y una retroalimentación
inmediata. El aprendizaje era moderadamente activo.
-
Nivel III (1990- 2005). Aparecen los entornos
que combinan aula virtual, plataformas, TIC, tecnología educativa, internet y
www. Existe un alto grado de interacción
y retroalimentación.
-
Nivel IV (2005- actual). Tenemos entornos virtuales de aprendizaje,
web 2.0 y 3.0, OVA, contenidos personalizados
y “a la medida”; gestión del conocimiento. Se potencia el aprendizaje
significativo, autónomo y en red.
Es así
como en la actualidad confluyen estos recientes (y no tan recientes) modelos
formativos que configuran el blended
learning y amplían los escenarios de formación, trascendiendo las barreras
del tiempo y del espacio físico, haciéndolos más flexibles, potenciando el
aprendizaje significativo, situado, colaborativo y contextualizado e
incorporando multimedios a la gestión del conocimiento.
Así mismo,
se aprecian nominaciones adicionales como bimodalidad, educación mixta, entre
otras, pero que, en esencia, evidencian la concurrencia inherente de lo virtual
y lo presencial como representaciones de un mismo modelo de enseñar y aprender.
Ambas modalidades aparecen fusionadas y actúan como una unidad; es decir, como
lo menciona Osbaldo Turpo (2010) el énfasis denominativo es puramente expresivo
más no determinativo; lo importante estriba en la previsión educativa que
considera dichos escenarios como una síntesis sumativa, integradora y
sinérgica.
Lo
anterior demuestra que el b-learning
no es un modelo totalmente nuevo sino que se ha evolucionado y se ha venido
enriqueciendo, constituyéndose en “una combinación y/o integración de
experiencias de aprendizaje presencial con experiencias de aprendizaje on Line” (Llorente, 2010. Pag. 18).
Entonces, desde esta perspectiva el blended-learning integra diversos factores “presenciales” y “virtuales” (no presenciales) que enriquecen y fortalecen el proceso formativo en función de: las competencias a desarrollar; los objetivos de aprendizaje que se desean alcanzar; las actividades de enseñanza y aprendizaje que se desarrollan; los contenidos, los recursos educativos; la didáctica y las metodologías utilizadas.
De acuerdo con lo anterior,
los factores presenciales que deben contemplarse corresponden a:
·
Entornos de aprendizaje que corresponden al
lugar físico donde este ocurre (aula, el
laboratorio, el taller, el campo de práctica, etc.), pero que sean pertinentes
y contextualizados,
·
Tutorías in situ, que corresponden al
acompañamiento académico (para resolver inquietudes, aclarar, explicar o
ampliar los temas.) y personal (apoyo y orientación de Bienestar y otras instancias de
institución, en diversos asuntos), de acuerdo con los requerimientos y necesidades del estudiante, para que pueda
desarrollar su proceso formativo de una manera más coherente y armónica.
·
Interacción entre los diferentes estudiantes de
un grupo con el fin de resolver problemas, inquietudes, realizar trabajo
colaborativo, desarrollar actividades de aprendizaje compartido y en equipo,
etc.
·
Materiales educativos como los textos,
documentos, guías, talleres etc. (distribuidos de manera impresa, en CD, en
USB, etc.), pero dinámicos, variados y atractivos.
Por otra parte, los
factores virtuales corresponden fundamentalmente al empleo de internet, la web
y las TIC como mediadores pedagógicos y comunicacionales, tales como:
·
Entornos virtuales de aprendizaje proporcionados
por plataformas, Learning Managment
System-LMS (Sistemas de administración del aprendizaje), software y sitios
web especializados.
·
Contenidos de aprendizaje en línea,
correspondientes a Objetos Virtuales de Aprendizaje-OVA, Massive Online Open Courses- MOOCS (Cursos en línea masivos y
abiertos), simuladores, contenidos interactivos, etc.
·
Recursos educativos digitales y en línea tales
como: Libros, bases de datos, links,
hipertextos, blogs, wikis, etc.
·
Tutoría y seguimiento en línea, a través de
diferentes medios proporcionados por internet, de manera asincrónica (foro, e-mail, etc.) y sincrónica (chat, video conferencia, etc.)
·
Interacción entre los estudiantes y de estos con
profesores, tutores, expertos y estudiantes de otros grupos, utilizando las
herramientas de comunicación proporcionadas por internet y por medio de
diferentes dispositivos (pc, tablets,
móviles, etc.) desarrollando gestión del conocimiento, trabajo colaborativo y
aprendizaje en red.
De acuerdo con lo anterior
y de según García y Moreno (2006) reseñado por Llorente (2010) las
características más relevantes de una modalidad de aprendizaje blended-learning y que favorecerían el
aprendizaje autónomo y significativo, serían:
·
Uso de la web,
como una fuente de distribución, almacenamiento y gestión del material para
profesores y estudiantes que es “globalizado, recuperable, reusable, multidireccional
y multiformato”.
·
Facilitar el desarrollo de métodos de estudio
independiente, posibilitando, a través de la web, compartir materiales, ejercicios, apuntes, etc.; bien sea como
esenciales para un curso o como complemento al mismo.
·
Permitir descentralizar la información y
distribuirla entre todos los agentes educativos, facilitando el desarrollo de
“técnicas de E/A más distribuidas” y eliminado las limitaciones del modelo
presencial donde la aplicación del conocimiento se “cristaliza en experimentos,
prácticas de laboratorio, trabajos escritos estáticos y unidireccionales”.
·
Desarrollar tutorías que trasciendan el espacio
presencial logrando un mayor conocimiento y seguimiento del profesor sobre el
desempeño de sus estudiantes, como de estos a su propio desarrollo.
·
Realizar una retroalimentación, corrección y
ajuste más oportunos a cualquier situación que pudiese presentarse en el
proceso formativo y puede hacer desde cualquier lugar y en cualquier momento.
·
Incentivar el trabajo participativo,
colaborativo y en red utilizando
múltiples medios que permiten la comunicación fuera del contexto del aula de
clase presencial, rompiendo la barrera temporal.
·
Lograr una distribución y gestión de la
información y del conocimiento de manera más flexible y permitiendo mayor
libertad en la realización de las actividades de aprendizaje.
·
Ampliar los métodos evaluativos permitiendo el
uso de diferentes pruebas con diferentes formatos y estructuras, actividades y
tareas en línea, “mayor precisión y realimentación de los métodos pedagógicos”.
Conclusión.
Como
consecuencia de la presencia y penetración de las tecnologías de la
comunicación y la información en el ámbito educativo los paradigmas
tradicionales de enseñanza /aprendizaje, sus didácticas y metodologías están
siendo modificadas generando oportunidades de desarrollo en varios frentes que
permitan un acceso, creación y difusión más amplia del conocimiento pero
centradas en el aprendizaje, en los diferentes estilos cognitivos de
aprendizaje y en el trabajo colaborativo en red.
En este
sentido, la modalidad combinada o blended
posibilita un proceso enseñanza/aprendizaje en el que los estudiantes
adquieren progresivamente autonomía, pensamiento analítico, crítico y reflexivo;
capacidad de indagación, de búsqueda y manejo de la información y toma de decisiones,
entre otras capacidades cognitivas para desarrollar el “aprender a aprender”. Adicionalmente, en lo actitudinal, se fortalece
la motivación al aprendizaje, la
adaptabilidad a diversos contextos y ambientes, la autoregulación, etc. y en lo
social, facilita el trabajo colaborativo, la comunicación y la interacción, el liderazgo, la innovación y el
aprendizaje compartido.
Considero entonces que
debemos dirigir la mirada hacia lo flexible, enfocarnos en las posibles
situaciones de los estudiantes, tanto los que utilizan al 100% la virtualidad como los que utilizan medios
“artesanales” o tecnológicos básicos
como en la distancia tradicional y reflexionar,
como nos indican Llorente y Cabero (2008,
p.2), sobre “la perspectiva que plantea
que el B-learning, de combinar la
eficacia y la eficiencia de la clase presencial con la flexibilidad del eLearning, sin que con ello queramos
decir que la aplicación del éste último en sí mismo sea ineficaz” .
Parte del éxito
en el fortalecimiento y proyección del b-learning estará dado por los esfuerzos institucionales
en la concepción misma de esta modalidad. Es indispensable concebirla como
parte de los PEI y los planes de desarrollo de las instituciones; socializar y
capacitar de los docentes y personal administrativo, tanto en los aspectos
técnicos como en los pedagógicos, didácticos, éticos y de gestión de este
modelo.
REFERENCIAS:
Alemany, D. (2007). Blended
Learning: Modelo virtual- presencial de aprendizaje y su aplicación en entornos
educativos. Universidad de Alicante. Recuperado de https://www.dgde.ua.es/congresotic/public_doc/pdf/31972.pdf,
en septiembre 12 de 2016.
Barberá,
E. (2001). La educación en red. Actividades virtuales de enseñanza y
aprendizaje. Barcelona: Paidós.
Graham, Ch., Bonk, C.J. (2006).The Handbook of Blended Learning: Global Perspectives, Local Designs. San
Francisco (USA): Pfeiffer and Wiley
imprint
Llorente M., Cabero, J
(2008) Del e-learning al Blendend Learning: nuevas acciones educativas. Recuperado de
http://www.quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu=hemeroteca.VisualizaArticuloIU.visualiza&articulo_id=10440,
en septiembre 20 de 2016.
Llorente,
M. del C. (2010). Formación semipresencial apoyada en la red (Blended
learning). Sevilla: Ed. MAD S.L.
ROSENBERG, M. J. (2001) E-learning
strategies for delivering knowledge in the digital age. Nueva
York:McGraw-Hill.
SEMANA-Educación (2016) No. 18. ISSN:2500-6193. Bogotá: Publicaciones Semana
S.A.
Turpo G.,O. (2010). Perspectiva de la
convergencia pedagógica y tecnológica en la modalidad blended learning.
Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5056837.pdf,
en septiembre 29 de 2016.
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